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Reflexiones finales

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Buenas a todos,  Después de toda esta bonita experiencia hemos recopilado las impresiones de la mayoría de los participantes. Marta Como toda experiencia tiene un principio y un final, pero estoy segura de que esta no termina aquí, esto acaba de empezar. Este voluntariado hemos sido nosotros mismos, dando lo mejor de nosotros sin recibir nada a cambio, pero lo que no sabíamos es que hemos recibido y mucho, como un beso y abrazo inesperado, un “holaaaa maestraaaa” :) con una sonrisa infinita y saltando sin parar, un “cárgame cargame” con carita de angelito, un madjingua abuin abuin abuin con su correspondiente signo, una preciosa sonrisa de oreja a oreja durante todo el día, o unas lagrimas de despedida… Sé que un pedacito de mi se ha quedado allí, en Mebere ❤️ y yo me llevo millones de recuerdos que jamás olvidare.  Agradeceré siempre a educaguinea por confiar en mí, cien por cien, haciéndonos participes de todo en todo momento, siendo familia desde el minuto uno. Como ya dije coritas,

Día 33. La vuelta

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Nos levantamos a las 2:15 para estar listos a la hora acordada de la recogida. Como hemos podido experimentar durante todo el viaje el reloj de los africanos va más retrasado que el resto del mundo, y no aparece el coche hasta cerca de las 3. Mientras charlamos y reímos. Llega una sola furgoneta, pero ahora somos nosotros los que decimos que no se preocupe que cabemos todos y las maletas. Lo hemos hecho desde bata en un viaje de dos horas, ¿no lo vamos a hacer los 15 min hasta el aeropuerto? Quién nos recoge flipa con la capacidad que hemos adquirido de aprovechamiento de los espacios. Estamos hechos unos expertos. Llegamos al aeropuerto y empieza la odisea. La enumeraremos.  Primero. Llegamos y nos ofrecen varios chicos llevar nuestras maletas, insistimos que no es necesario. Hay que decir que no porque luego cobran por eso. Segundo. Pasamos a la cola a facturar, no sin antes hacernos una revision de cada una de nuestras maletas, abriendo y desordenado en muchas ocasiones todo lo que

Día 32. Último día en Guinea Ecuatorial

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Último día en Guinea. Hoy dormimos más que en todo el mes que llevamos aquí. No desayunamos hasta las 9:30, todo un récord. Nos preparamos una pequeña mochila por si podemos darnos un baño en una playa de la ciudad. Hoy nos lleva de tour Reginaldo, un familiar de Crisanto. Comenzamos con la visita a una playa de arena blanca con una islita llena de naturaleza. Nos hicimos fotos con un paisaje maravilloso allí. Aunque la intención era bañarnos, había que pagar y decidimos no hacerlo. Hacia viento y ya habíamos disfrutado de las vistas. Además Regionaldo propuso un plan alternativo.  Nos dirigimos entonces al rancho, un lugar rodeado de naturaleza con animales para visitar, la verdad que esto no nos hizo mucha gracia. No nos gusta ver animales en otro sitio que no sea en su hábitat natural y con todo el espacio que se merecen.  No estuvimos mucho tiempo allí y nos fuimos a comer al Hotel Anda China. Pudimos comer se buffet y en general todo muy rico. Reginaldo nos invitó, es adorable. En

Día 31. Malabo city

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Con la resaca emocional de ayer, nos levantamos a las 4 de la mañana para poner camino a Bata. Allí cogeremos un vuelo hasta Malabo para pasar allí dos días y llegar a España el miércoles por la noche. Cuando llega el autobús que nos lleva no vemos la posibilidad de que podamos ir nosotros y las maletas, pero después de un increíble tetris que batiría los récord Guiness del mundo de tetris hechos con maletas y personas, salimos dejando atrás nuestro hogar durante este casi mes. Llegamos al aeropuerto, pasamos el control, facturamos y pronto nos subimos en el avión. En media hora estamos en Malabo y de nuevo no hemos perdido ninguna maleta, algo que es una suerte aquí. Nos subimos en los taxis y nos vamos donde dormiremos estos días para dejar la maleta. No tardamos en salir de nuevo de casa para dirigirnos a un escenario que muchos hemos visto en la película Palmeras en la nieve, la Finca Sampaka. Allí entramos en la fábrica de chocolate y no se puede describir el olor que en ese lugar

Día 30. Despedida y sorpresa

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 Último día en nuestro pueblo Mebere. Empezamos con una misa del padre Crisanto muy emotiva. Nos dedican unas palabras de agradecimiento y recibimos el aplauso y el cariño de los que están en la iglesia. Todos acabamos con lágrimas en los ojos porque sabemos que son nuestras últimas horas aquí, al menos este año. Nos abrazamos fuera y los niños y mayores nos acompañan hasta la casa donde comemos siempre.  Nos montamos en los coches y, previo paso por Oyala para recoger a Resu y Sky, vamos a Egordurun, un pueblecito pequeño cerca de Mebere. Se celebra San Ignacio y hay misa. Sólo vamos un ratito para verlo y pasear, pues queremos volver pronto a Mebere que el padre Crisanto nos ha preparado paella. Terminamos de comer y nos vemos a ver el partido que juega Mebere en el pueblo. El otro equipo viene acompañado de muchos animadores, pero nosotros gritamos más. Hemos perdido 1-2, casi como siempre, pero hemos disfrutado juntos. Le damos un abrazo de consuelo y nos dirigimos de nuevo al pati