Día 31. Malabo city

Con la resaca emocional de ayer, nos levantamos a las 4 de la mañana para poner camino a Bata. Allí cogeremos un vuelo hasta Malabo para pasar allí dos días y llegar a España el miércoles por la noche. Cuando llega el autobús que nos lleva no vemos la posibilidad de que podamos ir nosotros y las maletas, pero después de un increíble tetris que batiría los récord Guiness del mundo de tetris hechos con maletas y personas, salimos dejando atrás nuestro hogar durante este casi mes.

Llegamos al aeropuerto, pasamos el control, facturamos y pronto nos subimos en el avión. En media hora estamos en Malabo y de nuevo no hemos perdido ninguna maleta, algo que es una suerte aquí. Nos subimos en los taxis y nos vamos donde dormiremos estos días para dejar la maleta.

No tardamos en salir de nuevo de casa para dirigirnos a un escenario que muchos hemos visto en la película Palmeras en la nieve, la Finca Sampaka. Allí entramos en la fábrica de chocolate y no se puede describir el olor que en ese lugar hay. Nos explican cómo se elabora el chocolate y hacemos una cata (que acaba pronto porque se da cuenta que somos capaces de comernos la cata de 30 personas). Compramos todos chocolate elaborado allí, después de la cata no podía ser de otra manera. Y con nuestras bolsas nos vamos al burger King o MC Donald de aquí, se llama Galambo. Comemos hamburguesa y patatas fritas, como guiris que somos en este país.





Con la barriga llena, nos vamos a los pisos donde nos quedaremos a dormir una siesta que sabe a gloria. Tenemos tanto cansancio acumulado que no somos capaces de levantarnos a tiempo y salimos de casa una hora más tarde de lo previsto. Nos vamos al paseo marítimo a andar y tomarnos algo con la tranquilidad que da estar en la costa.





Para finalizar venimos a cenar a un sitio de confianza cerca de casa. Charlamos de todo lo que hemos vivido y de nuestras sensaciones. Son las 23:30 y toca dormir, por primera vez en este viaje mañana podemos levantarnos más tarde de las 9.

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